Rafael Sagredo es candidato al Premio Nacional de Historia 2022

La postulación desde la UC destaca que el académico del Instituto de Historia ha abierto e impulsado creativamente nuevas líneas de investigación, contribuyendo a la renovación historiográfica en diferentes ámbitos.

La Universidad Católica, en conjunto con un grupo de académicos, gestores culturales y profesionales de diversas ciencias y disciplina, han presentado la postulación del profesor del Instituto de Historia, Rafael Sagredo Baeza, al Premio Nacional de Historia 2022.

Su trayectoria, según se afirma en la carta colectiva que presenta a Sagredo, da cuenta de un académico «que se ha ocupado sistemáticamente de investigar, enseñar, publicar, dialogar, difundir y explicar la importancia del conocimiento histórico en la sociedad”Aspectos que se han reflejado en la variedad de libros y textos en los que ha participado como autor, coautor y editor, y en los cuales ha aportado al conocimiento histórico impulsando y cultivando diversas líneas temáticas, entre las que se cuentan la historia política, la geografía histórica, la historia de la vida privada, la historia social de la ciencia y la historia social de la cultura. Estos son trabajos que han merecido reconocimiento a nivel nacional e internacional, entre otras razones, por la novedad de las fuentes utilizadas, la metodología empleada y la originalidad de sus interpretaciones.

En su carta de apoyo a la candidatura de Rafael Sagredo, el rector Ignacio Sánchez destacó el trabajo del académico, señalando el compromiso de sus investigaciones con los desafíos y posibilidades del presente.

La proyección social de su obra historiográfica se explica, entre otras razones, porque ha ampliado lo considerado histórico en nuestro medio, así como incrementado el número de actores y relevado su papel en la trayectoria de Chile, reflejando a través de ellos la sociedad mucho más heterogénea y diversa que somos y hemos sido”, declara el rector. Todos aspectos que, según concluyen los firmantes, justifican su postulación al Premio Nacional de Historia 2022, como un merecido reconocimiento a su trabajo como historiador, docente y gestor cultural.

Esta «es una postulación que cuenta con todo el apoyo de la Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política», afirma el decano Patricio Bernedo. La trayectoria de Rafael Sagredo «no solamente pone en evidencia su gran capacidad de historiador e investigador –que genera libros, artículos y grandes colecciones de Historia–, sino que también es capaz de conversar con distintos tipos de públicos. Es decir, no solo contribuye a la disciplina específicamente, sino que también contribuye a la difusión del conocimiento histórico en diversos públicos de Chile y América», sostiene el decano.

Comprender el pasado

«Recibo esta postulación con un sentimiento de satisfacción y orgullo de que los colegas y la universidad valoren el trabajo que he realizado como historiador y profesor a lo largo de una vida académica», dice Rafael Sagredo.

Para el investigador y académico la historia cumple un papel social fundamental, porque ofrece precedentes: antecedentes que permiten reflexionar y comprender lo que se vive en el presente. «Siempre hay un precedente que ilustra», advierte. «La historia, además, al ofrecer un precedente, al ser analítica, comprensiva e interpretativa –que es como la practicamos– contribuye a formar el pensamiento crítico de las personas. Junto con las ciencias, los oficios y las artes, la historia contribuye a formar a las personas. Y formar el pensamiento crítico capacita a las personas para poder distinguir, por ejemplo, lo verdadero de lo falso; orientar mejor y, sobre todo, decidir más libremente«, afirma.

El profesor Sagredo cree que en la ciudadanía hay interés por la explicación. La historia es explicar, es interpretar, es comprender, dice: «Hay interés por conocer explicaciones plausibles, fundadas en hechos y fuentes, y que logran ilustrar lo que vivimos y permiten proyectarnos. Esa también es la función de la historia, puesto que esta no se queda solo en el pasado», señala. La historia ofrece perspectiva, «y nos permite, por los precedentes y por la comprensión de los hechos pasados, formarnos como comunidad, como personas. Y esa ha sido una de mis preocupaciones: la idea de la historia como formadora para la cultura democrática, para la convivencia. Desde mis lejanos tiempos como novel investigador y profesor siempre he valorado esa función de esta disciplina que permite crear lazos también», comenta.

Para el experto, en el caso de la historia de Chile hay mucho de lo cual sentirse satisfechos. Pero también, como en todas las historias, dice, hay aspectos menos edificantes. «En general, mi interpretación del transcurrir histórico en Chile es que cada vez más personas se han ido incorporando al destino de esta comunidad. Y esta comunidad se ha ido adaptando a los tiempos, a los movimientos de carácter mundial, por ejemplo, como lo vemos hoy, donde lo que predomina es el respeto a la heterogeneidad, la valoración de la diversidad, la empatía con las minorías, el desarrollo sustentable, el tratar de terminar con las desigualdades. Y es lo que estamos viviendo en Chile, a través de diferentes formas», explica.

Trayectoria y publicaciones

Rafael Sagredo se formó como profesor de Estado en Historia, Geografía y Educación Cívica en la Universidad Católica, y es magíster y doctorado en Historia por El Colegio de México. Integra el Insituto de Historia desde 1982, cuando se desempeñaba como ayudante de docencia, y en 1990 fue nombrado profesor instructor. Además, desde 1996 dirige el Centro de Investigaciones Diego Barros Arana y en el año 2000 fue nombrado Conservador de la Sala Medina de la Biblioteca Nacional de Chile. Desde 2006 es profesor titular de la UC.

Docente, investigador, editor, gestor cultural. En su larga trayectoria se incluye también la educación escolar, la publicación de numerosos libros y la difusión de contenidos históricos y patrimoniales. «Estoy muy relacionado con el patrimonio cultural y lo que significa ponerlo en valor a través de la publicación de fuentes, de libros, la organización de conferencias, eventos académicos en general y exposiciones que también me ha tocado curar. He sido privilegiado en el sentido de que, mirando las áreas fundamentales en las cuales se desempeña una persona que se formó en la historia, yo las he podido desarrollar plenamente», afirma.

Fuente:uc.cl